La Habana

Álbum de Fotos de La Habana

Orígenes de la ciudad

El actual emplazamiento de La Habana no es donde la ciudad nació. Tuvo dos asentamientos en otros lugares de la Isla hasta encontrar su lugar definitivo; este hermoso y definitivo lugar al margen oeste del puerto de Carenas (nombre que le había dado Sebastián de Ocampo al Puerto de La Habana). Se supone que el nombre viene del cacique Habaguanex que aparentemente era el amo y señor de los territorios de la actual capital. Se puede tomar al 16 de noviembre de 1519 como la fecha de fundación ya que es la fecha del primer cabildo y la primera misa oficiada a la sombra de una frondosa ceiba.

El hecho de que la ciudad se encontrase en la costa de una bahía de bolsa muy bien resguardada fue fundamental para que la ciudad pasara de ser una humilde aldea de chozas elementales a ser una de las plazas estratégicas más importantes del Nuevo Mundo. Es obvio que también se debió al hecho de estar rodeada de ríos y tierras fértiles. Esta nueva ciudad se convirtió en base de flotas y riquezas transportadas por el Canal Viejo de Bahamas, el Estrecho de la Florida y el Golfo de México.

De humilde aldea a Ciudad apetecida

Santiago de Cuba y La Habana disputaron ser capital desde mediados del siglo XVI. Los capitanes generales se instalaban en Santiago, pero La Habana era puerto principal de escala entre España y el Nuevo Mundo. En el año 1592 se la declara Ciudad por un Decreto Real, lo que le hacía justicia ya que la Capitanía General y todo el poder político ya llevaba más de 20 años instalado en La Habana. Pero no es sino hasta el 1607 donde se la declara por medio de una Cedula Real como capital de la isla.

La ciudad por su lugar estratégico fue acosada por piratas y saqueadores casi desde sus comienzos. No faltó la vez que casi fue reducida a escombros en algún saqueo. La corona española tenía un claro interés en la joven villa y en su puerto para ser sitio de concentración de las naves provenientes de lo que hoy conocemos como la tierra firme del continente americano. Desde allí los barcos partirían a Europa en forma de grandes flotas. Este interés comercial estratégico genera la necesidad de fortificar la ciudad.

Entre los años 1558 y 1575 se construye el Castillo de la Fuerza, que hoy se lo puede disfrutar gracias al excelente estado de conservación. Es la fortaleza más antigua de la Hispanoamérica.

Un poco más de una década más tarde se construyen otras dos poderosas fortalezas El Morro y La Punta. Finalmente tenemos una ciudad amurallada completamente alrededor del año 1800. Parte de esa muralla (demolida en 1863) puede verse todavía el día de hoy y mirando un mapa satelital puede percibirse la figura de la vieja ciudad amurallada en contacto con la bahía.

Más tarde completan la protección de la ciudad las fortalezas de la Cabaña y el Castillo de San Domingo de Atares (todos los anteriores en la bahía) y el Castillo del Príncipe (cercano a la actual Plaza de la Revolución).

La Habana de hoy

Como cualquier ciudad del mundo la arquitectura es una mezcla de los estilos que la propia historia de la humanidad fue generando. Hay edificios supervivientes de la era colonial, pero también superpuestos podemos encontrar nuevas construcciones con estilos barrocos  y neoclásicos. La firma característica del art nuveau, del art déco y, una tendencia ecléctica puede apreciarse en barrios como Miramar o el Vedado.

Pero la ciudad tal cual la vemos hoy termina siendo configurada en la primera mitad del siglo XX. Esto se debe a que hasta la década del 60 del ese siglo no se realizaron en la ciudad demoliciones de gran envergadura. Además, la política de la Revolución que acababa de triunfar detuvo la libre compraventa de suelo e inmuebles lo que generó en que no aparecieron casi obras nuevas. Eso se mantiene así hasta nuestros días lo que hace que La Habana pueda ser una vidriera histórica de estilos de época.

La ciudad de La Habana es mestiza y posee una pluriculturalidad que no lo puede dejar indiferente. Son quinientos años de existencia adobados con una riqueza de mezcla de varios componentes humanos y culturales que han dado lugar a una identidad propia. Puede chocarle un poco el estado de conservación de las condiciones materiales de sus edificios, pero esto está cambiando en estos últimos años para bien, dejando una Habana preciosa.

La ciudad te espera desafiando a los huracanes, al golpe constante del mar y al salitre; con el rigor de su clima y las idas y vueltas de su historia, pero te espera detenida en el tiempo, pero llena de vida.

La Habana sobrepasa sus Murallas

Como toda ciudad que crece lo hizo en ritmos cambiantes, pero en general tuvo un crecimiento acelerado debido a los asentamientos de poblaciones estacionales, pero también de familias que se querían asentar permanentemente debido a que la ciudad era destino obligado de paso para el comercio con España. Así, La Habana, acoge a marineros, aventureros, negociantes, colonos, nuevos políticos, militares y religiosos, y sus calles se comienzan a extender alejándose gradualmente de la bahía.

Es obvio que siempre alrededor de una ciudad amurallada pudieron existir algunos pobladores que se instalaban allí, pero es en el siglo XVIII cuando la ciudad desborda de la muralla y comienzan a aparecer las nuevas edificaciones extramuros. Al principio a lo largo de los caminos que comunicaban la ciudad con aldeas vecinas y luego completande todo el terreno. La ciudad se embellece con fortalezas, mansiones, conventos, monasterios, iglesias y hospitales. Hacia 1750, La Habana cuenta con 80.000 habitantes.

Familias mas adineradas comienzan a migrar alrededor del siglo S XIX hacia zonas más forestadas alejándose de las condiciones más insalubres de la villa. Se llevan con ellos a sirvientes y empleados. Esto comienza a dar lugar a la semilla de lo que serán los nuevos barrios de La Habana.

Alrededor del año 1850 la cantidad de habitantes rondan los 150 mil siendo una de las ciudades mas grandes y prosperas del continente americano. La demolición de la muralla cerca de esos años permitió que la ciudad se torne más dinámica.

Luego de largos años de batallas para lograr la independencia y también después de cuatro años de ocupación estadounidense, se proclama la República de Cuba en 1902. La Habana se hace vidriera del nuevo país que se da a conocer al mundo, y como ciudad capital es y sigue siendo puerta de entrada de la isla y de vital importancia para el desarrollo económico.

Zonas y Barrios de Mayor Interés para el turista al estar en la Ciudad

Podemos decir que son cuatro las zonas principales para el turista el visitante: La Habana Vieja, Centro Habana, el Vedado y Miramar.

Habana Vieja: es el centro histórico y patrimonial de la ciudad. Declarada en 1976 Monumento Nacional y en 1982 declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En ella se aprecia la gran obra restauradora que llevo a cabo la Oficina del Historiador de la Ciudad. Incluye a las plazas históricas y su entorno, el sistema de fortalezas y calles que tuvieron esencial protagonismo en la vida de la ciudad colonial y hoy también. Podemos incluir aquí también la margen este de la bahía.

Centro Habana: es un municipio densamente poblado. Sus principales atractivos se hallan en los alrededores del Malecón, del Paseo del Prado y en zonas aledañas al Capitolio y el Barrio Chino.

Vedado: Un barrio nacido a mediados del siglo XX. Avenidas y calles arboladas. Buena infraestructura que suele hacerlo el barrio preferido por los turistas para comer o dormir. La mayoría de las calles del Vedado nacen en el Malecón, que le lo bordea hasta la desembocadura del río Almendares y el fuerte de La Chorrera. La movida cultural y nocturna de los habaneros se encuentra en este barrio.

Miramar: también nacido en los alrededores de mediado del siglo XX este es un barrio residencial por excelencia. La gente lo conoce también como el barrio de las embajadas. Es un barrio extenso y para pasear por ahí uno debería pensar en disponer de algún vehículo por dos o tres horas.

Hay otras partes de la ciudad por supuesto pero alejadas del centro como ser Regla, Cojimar, Finca Vigía, Guanabacoa y las Playas del Este. Pero para esto necesitaras pasarte otro par de días en La Habana.