Esta iglesia fue construida en barro en 1730 por la comunidad negra de Fortaleza y es la iglesia más antigua de Fortaleza. Se ubica en la Plaza General Tiburcio, formando parte del conjunto arquitectónico integrado por el Palacio de la Luz (Academia Cearense de Letras) y la antigua Asamblea Provincial (Museo de Ceará).

Al igual que lo ocurrido en otras ciudades de Brasil, en la naciente ciudad de Fortaleza, los hombres de color buscaron tener sus propios templos, debido a la discriminación que sufrían en las iglesias construidas por los blancos. Es así que expresaron su devoción hacia Nuestra Señora del Rosario, considerada como su patrona y en 1730 levantaron una pequeña capillita, donde se encuentra la actual, en barro y paja; así, los negros rezaban bastante alejados de la villa, centralizada alrededor de la Iglesia Matriz de San José. En 1753 la pequeña iglesia estaba amenazada de derrumbe y con el permiso de las autoridades eclesiásticas se inició su reconstrucción, en piedra y cal, la cual se completó en 1755. Se cuenta que en las paredes del templo fueron enterrados cuerpos de esclavos muertos.

La iglesia aún posee el altar original de madera, los portales, las imágenes y las lámparas. Por ello, está protegida por Ley Estatal.