El primer edificio municipal comenzó a construirse en junio de 1908, en un terreno que había sido donado por Iselín, y estaba ubicado frente a la plaza, en Comandante Salas y Belgrano, con sus fondos hacia la calle Bombal. El edificio se hizo de adobe, material muy utilizado en la época, pero estaba construido sobre fuertes cimientos de piedra, por lo que se lo conoció como “la casa de piedra”. Durante muchos años fue restaurado, reformado y ampliado, adaptándose a las necesidades de cada momento, hasta que, en 1938, comenzó la construcción del actual edificio. Una parte de la antigua casona sobrevivió hasta 1980, cuando fue demolida para construir el ala sur y oeste del actual edificio.