El viejo molino, junto con la casa que ocupa la Dirección de bosques y parques provinciales, el Museo Regional y el Parque del Ayer forman parte del casco de la estancia que perteneciera a Rufino Ortega. Dicha estancia, conocida como Estancia Orteguina, lindaba con la villa y fue la más extensa de Malargüe.

Debido a la necesidad de procesar el trigo que se comenzó a cultivar dentro de la estancia, se construyó este molino con paredes de adobe y techo de madera con cabreadas. Sus paredes tienen más de 1,20 m de espesor en la planta baja. Fue construido en 1876 y estuvo en actividad hasta comienzos del siglo XX. Fue declarado Monumento Histórico Nacional.