Está ubicado cerca del arroyo Las Amarillas, muy cerca de Los Molles, sobre la ruta provincial 222. Se trata de una singularidad geomorfológica llamada dolina, compuesta por dos grandes depresiones, de casi 100 m de diámetro cada una, y 20 m de profundidad, en cuyos fondos se encuentran sendos espejos de agua cristalina y dulce, de color verde esmeralda. Las dolinas tienen un origen curioso: las aguas subterráneas fueron formando grandes cavernas, que al pasar los años ensancharon sus paredes hasta provocar derrumbes que dejaron expuestas ambas cavidades con sus espejos de agua.

El mirador está a unos 100 m de la ruta y no se cobra entrada. Está totalmente vallado, para evitar que la gente se acerque demasiado, por lo que es muy difícil tomar una foto que lo muestre en su completa dimensión. El lugar no cuenta con ningún tipo de infraestructura.

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