El local se fundó en 1961 con el objetivo de dotar a los músicos locales de un lugar donde interpretar el jazz de la ciudad, sin artificios. Aún hoy, los que saben, dicen que sigue siendo el lugar donde se puede encontrar a los más grandes, palabras que alguna vez pronunció Armstrong refiriéndose al sitio. En este lugar, a lo largo de más de cinco décadas, presentaron los mejores músicos de jazz tradicional y actualmente tiene una de las mejores y más espectaculares alineaciones de su historia. Todos ellos son los herederos de esa música auténtica, original y cautivante que nació del segregacionismo y la miseria.

Es uno de los locales más aclamados de jazz de Nueva Orleans. La entrada sirve para presenciar una sesión de 45 min en el pequeño local, que tiene un ambiente íntimo y no sirve bebidas, aunque se puede entrar con ellas en vasos de plástico. Este legendario y venerado club de jazz fue escenario de jazzmen míticos como Armstrong y símbolo de un arte que también es una forma de vivir.