Conocida como “la calle que nunca duerme”, es la más concurrida del Barrio Francés por sus contrastes. Bourbon es una mezcla de decadencia, oferta erótica, personajes curiosos y marginales, diversión vertiginosa y una multitud de turistas que la recorren día y noche. En definitiva, es la calle más libertina y desenfrenada del Barrio Francés, un lugar tras otro donde escuchar jazz en vivo, beber litros de alcohol o asistir a un striptease. A pesar de que la mayoría de los locales son nuevos, la calle está flanqueada por preciosos edificios transformados en hoteles, como el histórico Royal Sonesta de 1721, y clubes musicales como el Old Absinthe House de 1807.

También hay lujosos restaurantes con más de 100 años de historia, diversos cafés donde sirven dos especialidades de la ciudad (muffulettas y po-boys) y establecimientos de bebida.