El cementerio de St Louis Nº 1 está en el límite de los barrios Francés y Tremé, y es el más antiguo de todos los que sobreviven en Nueva Orleans. Se construyó en 1789, y en su recorrido se puede ver que, en efecto, las construcciones funerarias se alzan unas sobre otras, algo poco común en EEUU, y con cierto desorden y abandono, algo común en esta ciudad. La afluencia de visitantes devolvió esta necrópolis a la ciudad, que con los años se había convertido en un lugar recluido y peligroso. Pero, con la afluencia de público, también creció el vandalismo, por lo que, desde marzo de 2015, sólo se puede acceder al camposanto con algún guía acreditado.

Todo cementerio tiene algún componente sobrenatural, y en este, la magia está a cargo de Marie Laveau, la reina del vudú de Nueva Orleans. Las artes oscuras de esta mulata, nacida en 1794, la convirtieron en uno de los personajes más temidos de la ciudad.

Tal vez algún día Marie Laveau tendrá que compartir su popularidad en el cementerio, porque hace unos años el actor Nicolas Cage compró una tumba. Se trata de un mausoleo en forma de pirámide blanca, impecable y grandiosa en contraste con la mayoría de las tumbas del camposanto.