Este es un lugar muy divertido para toda la familia, principalmente para quienes viajan con niños. Allí se puede comprar un baldecito con peces para alimentar a los Tarpons (una especie de sábalos gigantes) que están en una gran pileta. También se pueden practicar deportes acuáticos, comprar recuerdos en los puestos de artesanos o deleitarse con deliciosos mariscos frescos y cócteles exclusivos o cervezas en la terraza frente al mar, mientras se disfruta del espectáculo de alimentación de tarpons y la presencia de decenas de pelícanos.