Mejor conocido como el Faro de Arecibo, fue el último faro construido por los españoles en 1898. Su estilo es neoclásico español de forma rectangular, al cual se le anexa una torre hexagonal de 1,2 metros de alto. Sobre la torre descansa una cúpula en bronce y dentro de ella, una luminaria que aún está en uso. Este bello faro, pintado de blanco y azul, actualmente alberga en su interior varios objetos encontrados en el fondo del mar. Se puede subir y llegar al techo del faro.

En los alrededores se encuentra un parque de atracciones para el disfrute familiar: el Arecibo Lighthouse and Historical Park.