Es la playa favorita de los turistas, principalmente de los extranjeros, porque en sus arenas se puede caminar, tomar sol y practicar deportes. El mar es de color verde esmeralda, con aguas cálidas y tranquilas, aptas para bañarse y para aprender a surfear. Los delfines son una sorpresa y se pueden ver principalmente temprano en la mañana. Es la playa mejor diseñada de la región, con bellos acantilados recubiertos de vegetación. Por estos pequeños y grandes detalles, Praia do Madeiro es imperdible.

La esquina más cálida de la playa es la del sur, mientras que el canto norte es más revuelto y también más desierto. Hay un acceso público a la playa, con largas escaleras, en la esquina sur. En la esquina norte hay que entrar por el hotel Ponta do Madeiro.

Tiene muchos bares, con sombrillas y reposeras y escuelas de surf.