Se encuentran en la entrada a la Ciudad Inca de Machu Picchu, cerca del cementerio. Allí los andenes estaban ubicados en forma secuencial con el propósito de conseguir una mejor posición respecto a la luz solar. Eran de planta rectangular y estaban unidos por una escalera. El último andén presenta muestras claras de arquitectura Inca que utilizaba mortero de barro. Dichos recintos se encuentran actualmente restaurados y dan una idea de cómo estaban construidos en la época inca.