Sin duda es el rincón monumental menos conocido de la plaza de los Milagros. Construido desde finales del siglo XIII, el Camposanto es un peculiar cementerio que encuentras las el largo muro con 42 arcos ciegos que cierra la citada plaza por el norte.

Cuando entres al interior, encontrarás un gran claustro rectangular donde a lo largo de los siglos se han ido situando desde sarcófagos romanos hasta más modestas sepulturas, donde se han ido enterrando los más ilustres pisanos.

Tal como puedes suponer, el Camposanto es un gran y peculiar cementerio, el cual ha tenido numerosas vicisitudes a lo largo de la historia, y ahora durante su visita solo puedes intuir la grandiosidad que sin duda tuvo en el pasado.

La construcción del Camposanto se inició en 1278, pero no se terminó hasta casi 200 años después.

El edificio, en realidad, es un enorme claustro rectangular, con una pradera en el centro y largas y altísimas galerías con bellos arcos góticos, lo que le confiere una enorme grandiosidad.