Caminando por la calle Mantas, se encuentra este convento, construido originalmente en 1536 y reconstruido después del terremoto de 1560, lo cual tardó casi 20 años. Todas las columnas y pisos del claustro están adornados con tallados en piedra, restaurados luego del terremoto.

Su más valioso tesoro, de inimaginable valor, es La Custodia de la Merced. Es una de las joyas más valiosas de Perú y de toda América del Sur. Con 250 gramos de oro macizo tiene 1.518 diamantes y 615 perlas, además de rubíes, esmeraldas y topacios. También contiene la segunda perla más grande del mundo y la única en forma de sirena. Pesa 22 Kg y mide 1,25 metros de altura.