Es la edificación más antigua de la ciudad de Lima, que fue construida a fines del siglo XVI por el tesorero de la corona, Alonso Riquelme. En este edificio habitaba el oidor, un enviado por los reyes de España para asesorar a los Virreyes, y además era el lugar donde se reunían las personas letradas, que en coordinación con el gobernante, resolvían los problemas de la ciudad.

Aunque no se puede conocer la Casa del Oidor, se puede tomar un buen pisco en el Bar Museo del Pisco que funciona allí.