Teatro La Perla
Este edificio no pasa desapercibido por su gran tamaño, su color amarillo y sus altas columnas blancas. Es el segundo teatro más antiguo en uso en Puerto Rico. Dicen que es uno de los primeros edificios construidos en Ponce en estilo neoclásico. La obra se realizó gracias al capital del sector privado y por encomienda de los señores Francisco Parra Duperón y Tomás Garriga. Se inauguró en 1864 con el drama mallorquín “La Campana de la Almudaina”. El periodista de origen español, Manuel Fernández Juncos quedó tan impresionado con el edificio que se refirió a Ponce como Ciudad Señorial, otro de los calificativos con que se conoce a esta ciudad. A su vez el nombre del teatro proviene del calificativo dado a la ciudad “La Perla del Sur”.
La estructura original del teatro ostentaba un espacioso vestíbulo y su interior, en forma de herradura y palcos, respondía a la modalidad de la época. El piso podía elevarse con mecanismos hidráulicos, lo que permitía celebrar bailes de la alta sociedad. Sus columnas corintias fueron el toque distintivo del edificio y sus capiteles en hierro sobrevivieron como fieles testigos de su historia.
El teatro fue destruido por el terremoto de 1918 y luego por un incendio en 1924. En 1941 fue reconstruido, usando la misma fachada. En su reinauguración se presentó la obra “Tiempo Muerto”, del dramaturgo puertorriqueño Manuel Méndez Ballester. La reconstrucción del teatro alteró significativamente su interior, ahora mucho más confortable y elegante, provisto de un moderno palco bajo. Su interior, ricamente decorado, presenta dos pórticos laterales modernistas adornados con medallones, paños pintados en su cielorraso con molduras de yeso y una novedosa lámpara en hierro forjado. La Perla tiene una capacidad para 1.047 personas y dispone de los adelantos técnicos que requieren las producciones actuales. Su más reciente remodelación se realizó en 1990.
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