Es la cita obligada del domingo. Arranca por la mañana, entre las 9 y las 10, y termina cerca de las 16. Es una feria pintoresca que combina toda clase de productos: verduras frescas, adaptadores chinos, embutidos, ropa, antigüedades, plantas y hasta animales vivos como gallinas y conejos.

El punto de inicio de la feria es la esquina de Tristán Narvaja y la Av. 18 de Julio, pero llega hasta Paysandú y más allá, dispersándose en un mar de puestos que se desgranan por las calles adyacentes a este y oeste.

Los orígenes de esta feria se remontan a 1909 y es probable que a ello obedezca esa vocación local de sacar una mesa a la calle y vender todo aquello que en casa no se precisa. Tristán Narvaja es como el mate y el carnaval, pura idiosincrasia montevideana.