Es un recinto de tres paredes, desde el cual se domina el curso del río Urubamba y el cementerio aledaño, y se disfruta de una de las mejores vistas del complejo. Detrás de la Casa del Guardián se encuentra la Roca Funeraria, una superficie plana con una pequeña escalera de acceso; se cree que sirvió como un altar funerario, donde se momificaban los cuerpos de personalidades importantes o se ofrecían sacrificios de animales.