Es la calle más famosa y visitada del centro histórico de Cusco, ya que une la Plaza de Armas con el pintoresco barrio de San Blas. La calle cambia tres veces de nombre: en la Plaza de Armas, al lado de la Catedral, se llama Triunfo, luego se convierte en Hatun Rumiyok (piedra grande, en quechua) y finalmente en la Cuesta de San Blas.

La fama de esta calle se debe a que en ella se puede ver un larguísimo muro construido por los incas y, además, es la que mejor representa la fusión de estilos: sobre las bases de piedra de la época incaica se levantan muros coloniales y construcciones de la época post virreinal. Este muro inca está realizado con la técnica llamada engastado, uno de los estilos que consistía en la superposición de piedras cortadas en forma geométrica poligonal.

Uno de los edificios emblemáticos de esta calle es el Palacio Arzobispal, y en uno de sus muros se encuentra la famosa Piedra de los 12 Ángulos.

Subiendo al Barrio de San Blas hay una interesante calle a la derecha, la Inca Roca, que también vale la pena conocer.