Cuando se recorren los Valles Calchaquíes, algo muy sorprendente es la intensidad de la luz solar, que se destaca como un elemento central de este magnífico paisaje. Esa misma sensación llevó a Donald Hess a construir un museo dedicado a la obra de James Turrell, un artista californiano especializado en la luz y el espacio, cuyo trabajo puede ser encontrado alrededor de todo el mundo. Hess ha coleccionado obras del artista durante muchas décadas, e hizo posible que los visitantes de Colomé podamos disfrutar de esta muestra retrospectiva.

Entre los viñedos de Colomé se encuentra el único museo dedicado exclusivamente a la obra de Turrell, diseñado por él mismo. En este Museo, la experiencia de luz es increíble y, en cada uno de sus salas, propone a sus visitantes un juego entre el espacio, la luz y el tiempo.

Las piezas de arte son exhibidas en nueve salas especialmente preparadas, en un espacio de 1700 m². Durante la visita al museo se vive una experiencia sensorial emocionante, imposible de describir, tanto por lo que transmite como por el marco natural que lo rodea.