Estas aves le dan un toque simpático a la ciudad: calles, jardines, parques y patios caseros son los lugares de tránsito de gallos y gallinas. Sin embargo, para los residentes, la situación ya provocó varios dolores de cabeza, al punto tal que para muchas personas estos animales son una verdadera plaga.

La historia cuenta que la presencia de gallos y gallinas se debe a los miles de cubanos que llegaron a la isla en busca de un mejor futuro, quienes traían consigo sus gallos de pelea. Sin embargo, al llegar a Key West, descubrieron que la riña de gallos estaba prohibida. Entonces, y a modo de protesta, los cubanos soltaron sus aves a las calles.

De características físicas finas y plumaje brillante, estos animalitos deambulan en completa libertad y le aportan el detalle típico a la isla.