Es un llamativo edificio de color rojo y amarillo, que fue construido en 1605; sus dos torretas se añadieron en 1842, y su construcción se inspiró en el Ayuntamiento de Madrid. Este edificio está abierto todos los días y merece la pena visitarlo para ver los patios de aspecto colonial y su gran escalinata con unos vitrales muy interesantes.

La entrada quizás la encuentres por el lado trasero del edificio.