Es una playa preciosa y poco frecuentada. Su arena es gruesa y de tono anaranjado. Está en mar abierto, por lo que hay que tener precaución. Para poder llegar a esta playa hay que estacionar en la playa Seven Seas y caminar toda la orilla de la playa hasta donde termina el área de acampar. A la izquierda se encuentra un camino estrecho entre arbustos, el cual no está rotulado. Se sigue por el mismo durante 1 minuto, se dobla a la derecha y se camina aproximadamente 20 minutos hasta encontrar una bifurcación: hacia la derecha (2 minutos) se encuentra la Playa Colorá.

No tiene servicios sanitarios ni salvavidas.