Es un monolito de grandes dimensiones: 3 m de altura, asentada sobre una base de 7 m de ancho. Se encuentra dentro de un perímetro rectangular, el cual tiene dos ambientes tipo huayrana (ambiente de tres paredes), con techos muy altos que se encuentran frente a frente formando una pequeña plaza casi cuadrada. Este conjunto está ubicado junto al punto de entrada del sendero hacia la Montaña Huaynapicchu.

Esta roca tiene una ubicación estratégica, pues se encuentra en el camino que conduce a dos templos muy importantes: el Huaynapicchu y el Templo de la Luna; ambos caminos convergen en esta plaza, donde se reverenciaba a la montaña tutelar de Machu Picchu.

Se cree que el perfil de esta roca representa el cerro que se encuentra al fondo, el enigmático Yanantin (cerro de dos cumbres), característica que se puede apreciar desde el Intipunku. Como los incas adoraban a las montañas, que actuaban como dioses tutelares (Apus), se cree que la roca sagrada era un altar destinado a la adoración del Apu Yanantin.