La fuente de la Plaza Mayor, tal como se la ve ahora, tuvo su última remodelación en 2011, cuando se instaló en su centro la escultura de un Inca que representa a Pachacutec. Esta reforma trajo gran polémica: debe o no estar una escultura Inca sobre una fuente con tritones y elementos que no tienen nada que ver con los motivos Incas? Pero hasta hoy no ha podido ser retirado y es ya uno de los motivos que atrae al visitante para fotografiarlo.

La historia de esta fuente es muy larga y controversial. En resumen, cuentan los registros históricos que la fuente actual de hierro fundido habría sido instalada en 1872. La misma fue mandada a fundir a la empresa norteamericana Janes, Kirtland & Co, en cuyo catálogo de productos corresponde a la fuente N°5, y se hizo en la ciudad de Nueva York. La fuente estuvo coronada durante mucho tiempo por la escultura de un Apache norteamericano (no se sabe si por error de la compañía que la hizo o por desconocimiento de quienes la mandaron hacer). Lo cierto es que en 1969 el periodista Aníbal Acurio fue acusado de haber derribado el Apache, por lo cual fue detenido en la comisaría para esclarecer el tema siendo liberado por falta de pruebas.