Esta deslumbrante catedral es la tercera más grande de Brasil y está ubicada en la Plaza de Pedro II. Su construcción tomó 40 años, entre 1938 y 1978. Las torres de 75 m de altura y las soberbias líneas neogóticas son la estampa distintiva de este enorme templo, diseñado por el ingeniero francés George Maunier y con capacidad para 5.000 personas.

Lo primero que puede verse al acercarse a la catedral son sus torres en forma de agujas, que miden 74,5 m de altura. Es notable el contraste entre el diseño sencillo de estas torres de piedra y la cúpula romanesca ubicada en la parte trasera de la catedral. Es muy interesante explorar el exterior y admirar las puertas en arco y las grandes ventanas ornamentadas.

Al ingresar a la catedral se aprecian unos vitrales espectaculares que iluminan sus paredes totalmente blancas. El conjunto del techo alto abovedado, el interior amplio y las ventanas coloridas constituye una vista impresionante. Junto a la entrada hay dos capillas, cada una de ellas dedicada a uno de los santos más importantes de la zona. A la izquierda está la capilla de San José, patrón del estado de Ceará. A la derecha se encuentra la capilla de Nuestra Señora de la Asunción. En el centro del santuario se puede ver uno más de los atractivos de la catedral, un altar original de Verona, Italia.

Una característica que distingue a la Catedral Metropolitana de otras estructuras similares es la Cripta de los Adolescentes, inaugurada en 1962, con seis alteres dedicados a los santos que murieron en la adolescencia. En el altar central de la Cripta se encuentra la imagen de un Jesús adolescente, con los brazos abiertos, dando la bienvenida a todos los que visitan esta Iglesia.