Un sendero de la Colonia recorre la costanera entre miles de juncos y conduce a dos miradores distribuidos sobre el estero. Así, es posible llegar al Mirador del Mariscador, un amplio descanso entarimado donde hay una escultura que homenajea al mariscador, un lugar para sentarse, poner los pies en el agua y un área para observar el espectacular cielo nocturno. El otro es el Mirador Colonia Carlos Pellegrini.

Estos miradores son puntos panorámicos donde los visitantes pueden observar la belleza natural de los humedales del Iberá, con vistas inigualables de la flora y fauna de la región. Además, son uno de los lugares perfectos para disfrutar de los mejores atardeceres del país, con colores impresionantes que se reflejan en el agua y que crean un ambiente mágico e inolvidable.