El recorrido permitirá disfrutar de la flora y fauna de la zona kárstica del norte de Puerto Rico. Esta zona cubre alrededor de 145 km desde Río Grande a Aguadilla, donde hay ejemplares de Ficus y del árbol Cupey, cuya hoja usaron los españoles para escribir cartas, ya que cuando se seca es similar al cuero.

Al final del camino se encuentra una escalera por donde se baja a la cueva principal que tiene una cavidad de algunos 6 metros, con impresionantes estalactitas, estalagmitas, murciélagos e insectos característicos del ecosistema. Al final de la cueva hay una impresionante abertura en la montaña con una preciosa vista a las montañas de la zona y al Río Grande de Arecibo; de aquí viene el nombre de la cueva. De vuelta, al subir las escaleras, se encuentra una cueva un poco más pequeña, pero de igual modo impresionante. Aquí hay otra abertura en la montaña donde anidan cientos de golondrinas.