Inaugurado en octubre de 1868, se ha convertido en uno de los lugares imprescindibles para visitar en Montevideo, gracias a su gran encanto. Originalmente era un mercado de frutas, verduras y carne para abastecer las embarcaciones que atracaban en el Puerto de Montevideo. Pero actualmente, debajo de su antigua estructura de hierro, funciona como un paseo gastronómico, donde se pueden encontrar numerosos restaurantes, tanto dentro como fuera del Mercado, aunque también hay locales de artesanías.

Otro de sus emblemas es el reloj central, tan antiguo como el Mercado, el cual fue refaccionado recientemente para que vuelva a sonar cada media hora.

Es el lugar ideal para probar la Parrillada Uruguaya, el típico asado de carne vacuna, acompañada de un “medio y medio” (bebida uruguaya con media copa de vino blanco y media copa de champán). También existen otras posibilidades: pescados, pulpo a la feria, rabas a la romana o un sabroso plato de pasta.

El sábado es el día de mayor actividad en el mercado, que se anima con espectáculos itinerantes de mimos, cantantes y dibujantes que se congregan para darle color a las jornadas.