Estas aguas termales provienen de una vertiente natural de origen volcánico y se piensa que ya se usaban desde la época de los Incas. Emerge de canales subterráneos y brota por las rocas a altas temperaturas. Luego son conducidas a pequeñas piscinas, donde no se puede nadar. El color del agua de las piscinas es amarillo opaco, dando la impresión de estar sucia, debido al azufre. Las temperaturas de las aguas termales oscilan entre 38º C y 46º C.

Para llegar, hay que seguir el rio que baja en medio de la ciudad, el cual conduce hasta el sendero que conduce a los baños. Se encuentran a menos de 1 km (15 min de caminata) de la plaza del pueblo.