La ciudadela de Machu Picchu es considerada una de las más extraordinarias muestras de arquitectura paisajística del mundo. Se encuentra enclavada en la cima de una montaña que domina el profundo cañón del río Urubamba, en plena selva tropical.

Se piensa que constituía un centro de culto y observación astronómica y hacienda privada de la familia del Inca Pachacútec. Consta de dos grandes áreas: una agrícola, formada principalmente por andenes y recintos de almacenaje de alimentos; y otra urbana, en la que se destaca la zona sagrada, con templos, plazas y mausoleos reales trabajados con exquisita perfección. Las escalinatas y canales de piedra labrada son comunes a lo largo de este singular sitio arqueológico. Frente a la ciudadela se levanta el cerro Huayna Picchu, al que se accede por un empinado camino de piedra.