Merecedora de la consideración de monumento nacional por su individualidad, tendrás el privilegio de apreciar esta antigua botica francesa del S XIX tal y como era entonces.

Fundada en 1882 por Ernesto Triolett y otro familiar, es la 1° de este estilo que se construyó en Latinoamérica, y la única que se conserva en el mundo.

Convertida en museo desde el 1° de mayo de 1964, dejó un legado considerable materializado en colecciones de instrumental empleado en la época que se conserva intacto.

Aprovecha una de las instructivas visitas guiadas que ofrece el museo por la planta que contiene las distintas salas de lo que antes fuera la botica, como la rebotica, sala de ventas o el laboratorio. Este último resulta fascinante, pues se conserva exactamente igual que en los tiempos de su funcionamiento.